La IA, aunque se presenta como una herramienta para solucionar problemas ambientales, también contribuye a la contaminación debido a su alto consumo de recursos. El consumo de energía de la IA es muy alto y el entrenamiento de modelos generativos requiere mucha capacidad de procesamiento.
Consumo de Energía:
- Los centros de datos que soportan la IA consumen grandes cantidades de electricidad, y se espera que este consumo se duplique para 2026.
- Gran parte de esta electricidad proviene de la quema de combustibles fósiles, lo que genera emisiones de gases de efecto invernadero.
- Entrenar un solo modelo de IA puede emitir tanto carbono como cinco automóviles a lo largo de su vida útil.
- La IA usa supercomputadoras que consumen grandes cantidades de electricidad.
- El incremento en el trabajo de centros de datos no ha aumentado proporcionalmente el consumo de electricidad gracias a mejoras de eficiencia energética, aunque esto puede cambiar con el auge de la IA.
- La computación será uno de los recursos más valiosos en las próximas décadas.
Consumo de Agua:
- Los centros de datos necesitan refrigeración, que a menudo se realiza con aire acondicionado o agua.
- Una conversación de 15 preguntas con un chatbot de IA puede consumir alrededor de medio litro de agua potable.
- La construcción de centros de datos puede ser problemática en zonas con escasez de agua.
Otros Impactos:
- La IA también genera residuos electrónicos.
- La fabricación de los componentes de hardware para la IA también contribuye a las emisiones de carbono.
Posibles Soluciones y Mitigaciones:
- Algunas empresas están utilizando fuentes de energía renovable como la solar y eólica para sus centros de datos.
- También se explora el uso de biochar para capturar carbono.
- El Parlamento Europeo ha aprobado regulaciones para que los sistemas de IA se desarrollen y utilicen de forma sostenible.
- Se están llevando a cabo estudios para medir el impacto ambiental de la IA.
- El desarrollo de modelos de IA de código abierto también puede ayudar a democratizar el acceso y el uso de esta tecnología, evitando la concentración de poder en pocas empresas.
Conclusión: Si bien la IA tiene el potencial de ayudar en la lucha contra el cambio climático, también tiene un impacto ambiental significativo debido a su alto consumo de energía y otros recursos. Es fundamental que se tomen medidas para minimizar estos impactos y que se desarrolle y utilice la IA de manera sostenible. Es importante que se consideren las consecuencias ambientales al desarrollar y usar la IA.